lunes, 31 de octubre de 2011

¿EL PADRE DEL AÑO? Dr. CIRO CASTILLO ROJO





La desaparición de dos jóvenes estudiantes de Ingeniería Forestal de la Universidad Agraria de La Molina, Rosario Ponce López y Ciro Castillo Rojo, en el Colca, fue seguida por todos los medios de comunicación con inusual interés. Esta historia comenzó a principios de abril, cuando Rosario Ponce fue encontrada viva después de 10 días y en circunstancias que hasta hoy son materia de investigación y cuestionamientos; mientras que Ciro Castillo permaneció desaparecido por casi siete meses

El caso suscitó el interés de todo el pueblo. Se levantaron todo tipo de hipótesis,  cuestionamientos y criticas. Por todo eso, y la tremenda cobertura que ha tenido en los más diversos medios, el caso seguramente será materia de estudio para los especialistas en medios de comunicación.

Me pongo en el lugar de la madre de Ciro: por supuesto que habría tocado todas las puertas para que el caso de mi hijo no sea archivado ni desatendido como muchos otros casos en nuestro país.  Por la insensibilidad, la ineficacia, la falta de equidad, la injusticia y hasta la corrupción (de la policía, los jueces y los abogados) esos casos quedan en el olvido y archivados. Nuestra historia está llena de casos de desaparecidos, desde mucho antes de los hechos de la violencia política pasada. Hasta ahora esas familias siguen resignadas, sin haber encontrado a los desaparecidos ni poder darles cristiana sepultura.

Nuestro estado no solo ha olvidado a los más necesitados en materia de trabajo, salud y educación, también en su derecho a alcanzar la justicia. Casos como el de Ciro (una persona no perteneciente a ninguna familia "importante") no deberían quedar en el olvido. Porque sabemos que si se hubiera tratado de algún hijo de congresista o de un empresario poderoso, la ley, la justicia y todos los instrumentos, tanto materiales como personales, se habrían puesto a disposición para resolver el caso.



Escribo estas líneas ante algunos comentarios absurdos, propios de la crítica más simplona, aquella que ni siquiera entiende las razones por las que este caso se hizo tan importante. ¿Qué de malo tiene si se convirtió en un caso mediático?  Fue la manera que encontró el padre para abrir algunas puertas y que el mismo Estado se ponga de su lado y no cierre su caso, lo sabotee o lo archive, como tantos otros casos en nuestro país. Un Estado que tiene el deber de protegernos a todos, sin distinciones de ningún tipo.


La prensa vio en este caso un medio para vender, pero con ello el Dr. Ciro encontró a un aliado poderoso para continuar en la búsqueda de su hijo. El Dr. Ciro no estaba saliendo en todos los medios para lograr una curul, tampoco la fama y menos con un propósito frívolo. Igual la prensa buscará siempre casos mediáticos y escándalos para vender  y hacer rating. En este caso, al menos, lo hizo por una causa humana humana y justa. Lo criticable es cuando la prensa convierte en casos mediáticos a aquellos centrados en anti valores, como en los casos de Perochena, Poggi, Manrique, etc. 

Vivimos bajo el dominio de la indiferencia. Todos los días vemos en los medios de comunicación que la inseguridad ciudadana campea: a la salida de alguna discoteca, reunión o colegio, nuestros hijos son secuestrados, matados, violentados y nunca se  investiga ni se encuentra a los responsables. Somos, en ese aspecto, el resultado de la década de la dictadura fujimorista, en la que se perdió el interés por de la búsqueda de la verdad y la justicia. Todos los valores morales fueron menoscabados.

¿Por qué nuestra sociedad, se conmovió tanto con el caso de Ciro? A mí me sensibilizó desde el principio; me preocupé y oré muchas veces para que Dios permita se encuentre a Ciro y su familia pueda estar en paz. Vi al Dr. Ciro como un hombre que supo hacer frente a la adversidad, que luchó contra la critica, contra la indiferencia del estado; que supo poner a su favor a la prensa, y luego al Estado, para que no archiven su caso (cambiaron al juez, otros policías tomaron el caso…,)




Hay personas que cuestionan este caso por el hecho de haberse convertido en mediático y derraman sus criticas más ácidas pretendiendo dedir cosas originales. Se critica que todo un pueblo haya llorado a Ciro y aplaudido a un padre ejemplar. Pero el Dr. Ciro es verdadero un modelo para nuestra sociedad, en la que hay tantos hogares disfuncionales, casos de violencia y malos padres, faltos de valores éticos y morales. Nadie dice que sea una persona o familia perfecta, pero nos debe llamar la atención que un hombre solo haya logrado que su caso no quede en la indiferencia a la que estaba destinado. Eso nos llama a la reflexión y a valorar que aún tenemos una cierta reserva moral dentro de nuestra sociedad, y que la justicia puede ser igual para todos.


Hay quienes piensan que existiendo tantos casos no resueltos de desaparecidos por la violencia política pasada, el estado no les da la importancia necesaria. En cambio, en el caso de Ciro, que tuvo un buen termino, se encontró el cadáver y está por conocerse toda la verdad de lo sucedido. Hay una doble moral en quienes piden que otros casos no se archiven; pero cuando se resolvió este caso, esas mismas personas se indignan. En general, todos los casos deberían ser resueltos y no quedar ninguno en la impunidad. El ciudadano común no debe sentirse nunca huérfano ni desamparado.

Les pido a esos críticos que nos unamos todos y salgamos a reclamar al Estado y a la prensa, para que esos casos no resueltos de desapariciones no queden en el olvido ¿Se animan?  Porque como dice el refrán: del dicho al hecho hay mucho trecho. Es fácil criticar desde un escritorio y detrás de una computadora, pero si realmente les conmueve esas desapariciones, entonces dispónganse a salir a las calles.


¿No les parece?

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