martes, 4 de octubre de 2011
DERECHOS HUMANOS TODOS LOS DÍAS
Qué pasa en nuestro país? Todos los días nuestros derechos son vulnerados y la justicia se muestra completamente inepta, corrupta e injusta. Hoy con horror vi un reportaje en Buenos Días Perú sobre el caso de decenas de niñas y niños violados, desde edad muy temprana, en el poblado de Huetepeque, en Madre de Dios. Los reclamos y lamentos de estos pequeños y de sus padres (en algunos casos desde hace más de 3 años), son tan lastimeros que no puedo dejar de escribir sobre esto.
¿Hasta cuándo van a seguir esperando justicia? En nuestro país este tipo de abusos se acrecientan día a día; pero el valor que se da a la vida, a los derechos humanos, al respeto del ser, son cada vez menores. Atrocidades como las cometidas contra estos niños continúan sucediendo porque los criminales saben que la llamada “justicia” peruana no los tocará, pues está de parte de la crueldad, la inmoralidad, la corrupción y la sinrazón.
La justicia y el bienestar económico se convierten en una farsa cuando no llegan a todos los habitantes del país. Sin importar razas ni clases sociales, la justicia debería ser para todos en forma equitativa; además debe tener un carácter ejemplarizante, para ser respetada por aquellos que la infringen o desean infringirla. Y sin importar tampoco cuan lejos de la capital o de los centros urbanos se comentan estos hechos, la ley debe imponerse siempre y en todas partes.
El estado es el encargado de proteger a la sociedad, sobre todo a los más indefensos, como los niños y las mujeres maltratadas. Hoy está en boga el tema de la feminicidad, la reivindicación de los siempre postergados derechos de la mujer. Y este caso, de las violaciones de niñas en Madre de Dios, encaja dentro de esas preocupaciones, ¿O acaso esas violaciones no son un problema que puede abordarse desde el punto de vista de la feminicidad? ¿O porque son pequeñas no son humanas ni mujeres, y por eso se les excluye?
El estado está casi ausente en esa región; eso lo sabemos todos. Así que es poco lo que puede hacer para detener estas atrocidades y reparar con justicia los crímenes. Pero quedan siempre otras instancias, como las ONG, sostenidas por organismos internacionales y que tienen grandes y lujosas oficinas en nuestro país ¿Por qué no se preocupan las ONG por los Derechos Humanos de esos niños? ¿Qué hacen con las grandes sumas de dinero que reciben del exterior, además de perseguir a autoridades de gobiernos anteriores? Mucho se puede decir sobre esto…
Actualmente estos organismos no hacen nada sobre casos como el de Huetepeque, poblado cercano a una empresa dedicada a la extracción de oro. En el reportaje de Buenos Días Perú, la población de Huetepeque da testimonios de que estos violadores compran a la justicia con puñados de pepitas de oro. Y también existen pruebas de que en Madre de Dios está vigente la trata de personas. No pueden ser más evidentes las violaciones de los Derechos Humanos que se están produciendo en esa región.
Pero además de la falta de acciones de parte de las ONG, hay que señalar que otras prestigiosas instituciones tampoco parecen interesarse en el tema. Por ejemplo, la Iglesia Católica, tan vinculada al poder. No hemos escuchado al cardenal Cipriani, en ninguna de sus múltiples apariciones públicas, referirse al tema. Y tampoco a las autoridades políticas de la región. ¿Por que hasta ahora no se manifiestan, por ejemplo, los jueces o gobernadores de Madre de Dios? ¿Acaso están coludidos con estos delincuentes?
Esto es un llamado a no quedarnos con los brazos cruzados viendo tanta violencia en nuestro país, antes sucesos tan execrables y repudiables como esas violaciones sistemáticas. Un llamado a las organizaciones que tantas veces se proclaman como defensoras de los Derechos Humanos en el Perú. Más interesadas en intrigas políticas y en sus propios beneficios económicos, estas organizaciones están dejando de lado los “Derechos Humanos” de todos los días.
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