RAMIRO LLONA: EL USO DE LA MEMORIA. Mejor muestra individual del año

Después de 3 años Ramiro Llona retorna al Perú con una impresionante muestra titulada “El uso de la memoria”. Se trata de una amplia serie de cuadros y serigrafías que se enriquecen con esculturas hechas en bronce forjado. Sus cuadros son de colores vivaces, fuertes, cálidos. También tiene litografías predominando un conjunto de ellos el negro y blanco. Otro grupo predominando los colores en naranja.

Tratar de describir o encasillar en un concepto los cuadros de Ramiro no es sencillo ni fácil. Tal vez sea mejor no intentarlo. Uno puede percibir una veta de una mina, pero no todo el tesoro; o mirar la belleza de un cristal pero no percibir toda su esencia.

Especialmente porque, como afirma Max Hernández Camarero, las imágenes de esta extensa muestra están siempre “en el borde entre el caos y el orden”, entre lo figurativo y lo abstracto, entre lo racional y lo irracional.

El título del conjunto da buenas pistas acerca de su unidad y significado. Por un lado parece aludir a la manera en que nuestro cerebro trabaja con las percepciones proporcionadas por los sentidos, en este caso las percepciones visuales. Ante los estímulos del exterior, nuestro cerebro comienza a buscar en nuestra memoria a qué tipo de modelos asimilarlos. Así, algo que se aproxime a una forma humana será identificado como tal, como un perfil humano; si se trata de una superficie pequeña y plana, el cerebro la asociará con una mesa. Eso es precisamente lo que vemos en buena parte de estos cuadros: formas esquemáticas y simples que evocan fragmentos de figuras humanas, mesas, espejos, cuchillos.

Otro significado del título tiene que ver con la continuidad de ciertos elementos (formas, símbolos, estructuras, colores) a lo largo de toda la obra de Llona. Esto es analizado en extenso por Hernández: “las referencias internas a la propia trayectoria del artista están aquí en juego…en sus diferentes reconfiguraciones, estos signos remarcan todo un universo asociativo basado en las diferencias”. Lo que está en juego aquí es la formación de una cierta identidad artística a partir de las asociaciones y persistencias de la memoria. En este aspecto, la mayor contribución es la presencia tridimensional de esas formas simbólicas, representadas en grandes bloques de bronce forjado, macizos y con reminiscencias geológicas. Se trata de la primera incursión de Llona en el campo de la escultura.

Un aspecto interesante de la muestra son las impresionantes dimensiones de algunos de los cuadros. Como ha comentado el mismo Llona, se trata de obras cada vez de mayores dimensiones porque le dan la sensación de estar metido en un mundo mágico, donde él puede explayarse y que sus largos brazos no llegan a abarcar. Los recorre de un lado a otro extendiendo su propia libertad creativa en esas gigantescas dimensiones. Me gustaron estos cuadros: cuando uno los observa hay que mirar casi a 180° para apreciar cada trazo, color, sentimiento que a uno le puede rodear. Efectivamente son cuadros gigantes. Yo que fui dispuesta a comprarme uno de los cuadros más grandes (no pensé que fuera tan gigante), me preguntaba si podría comprar uno de esas dimensiones J creo que mejor primero me compro la casa J

No se puede comparar a Llona con otros pintores ya que pinta desde sus propias vivencias, imágenes y recuerdos; desde su propia percepción personal de la vida y el arte. Leí, en algún artículo periodístico, que Llona conversa en su obra con Matisse y Picasso; que ellos son parte de su quehacer creativo cuando está solo. Todos los pintores admiran a otros, ya sean de su misma época o de generaciones pasadas, y su ejemplo ayuda a volcar la inspiración personal. Son una importante motivación para la creación artística; no un reto de parecerse a otros, porque cada creador se reta a sí mismo, deseando cada vez que la siguiente obra sea la mejor. Van tras la ilusión de un brillo, un grito, un ritmo un color distinto y mejor

"Por eso, cada día me pongo vallas más altas”, nos dice Ramiro Llona (Lima, 1947), uno de los pintores peruanos más importantes, que este jueves 18 de noviembre volvió a las galerías limeñas con "El uso de la memoria (Homenaje a Blanca Varela)". Precisamente el cuadro más grande lleva el título de la muestra.

Comentarios finales


Ciertamente, EL COMERCIO es uno de los grandes líderes de opinión, en mi opinión. Y he de añadir que el mismo COMERCIO está completamente de acuerdo con esta opinión.

"El uso de la memoria" es una de las muestras más importantes de este año. Aunque no fue considerada en la encuesta que realiza el diario el Comercio cada año. Hablando con mis amigos artistas plásticos y especialistas en el arte, todos en unanimidad consideran que El Comercio se ha equivocado tremendamente al no considerar a “El uso de la memoria” entre las candidatas en este rubro.

Este año tanto en pintura como en libros, ha habido una gran producción, no solo en cantidad sino también en calidad. Se puede mencionar a varias muestras, tanto individuales como colectivas, que El Comercio tendría que haber tomado en cuenta para subir las exigencias de los candidatos. Así su encuesta sería más democrática, en beneficio de la libertad de expresión de todos los peruanos.

Quiero señalar también que la sra. Elida Román, no sé bajo qué criterios, no ha considerado a esta muestra de Ramiro Llona. Estamos acostumbrados en este país a que siempre prevalezca el amiguismo, En este caso, no sorprende que los candidatos, en el caso de la pintura, sean precisamente aquellas exposiciones en que trabajadores de El Comercio hicieron la curaduría.

Así que desde este mi espacio. Muchos artistas dan, y yo también, como ganador a la mejor muestra del año a la individual a Ramiro Llona. Y no necesita estar entre los candidatos del Comercio.

Si hablamos de muestras colectivas habría que mencionar a la de la galería Sérvulo Gutiérrez, Jesús María, por los 100 años del arte abstracto y que contó con la presencia de maestros del prestigio de Fernando de Szyslo y Milner Cajahuaringa, entre otros importantes expositores, tanto en pintura como en escultura. También la muestra itinerante "Menos tiempo que lugar" y la  III Bienal de grabado ICPNA 2010.Y entre las individuales, la del pintor Emilio Rodríguez Larraín (que si figura en la lista de candidatos de EL Comercio).