En respuesta a mi artìculo "Apagón en la Casa de la Literatura", he recibido un comentario de la gestora de esa casa cultural, Alessandra Tenorio. Como es un comentario extenso, que merecìa también algunas respuestas, he decidido hacer este nuevo post. El texto de Alessandra va integro y literalmente, sin cambios de ningùn tipo, y en letra cursiva. Mis repuestas, en letra normal.
Puse un comentario hace varios días pero creo que no copió, bueno aquí de nuevo... Una de las cosas que siempre me sorprende tristemente de las personas vinculadas al mundo artístico y cultural es el hecho de tomarse a lo personal o ponerse en la posición de sujeto marginado por su obra o ideología, cuando ocurre algún tipo de impase.
Tengo aquí los tres comentarios idénticos todos recibidos recién el día de ayer en mi bandeja de entrada. Me consta que en otros eventos realizados en la Casa de la Literatura no se han dado estos hechos, incluso cuando se han excedido màs de una hora y media del horario establecido. ¿Por qué a unos se les apaga la luz y a otros no? Qué casualidad que a quienes no se les apaga la luz son autores con trayectoria. En el artículo del blog no se menciona para nada una discriminación por la ideología de los autores. Tu llamas impasse al suceso, minimizando los hechos, cuando se supone que hay personas subordinadas, por encargo (como en toda empresa, el jefe suele dar las pautas y las órdenes) para tomar decisiones (eso que tu llamas impasse).
Me parece, querida Maoli, que es hablar con ligereza el decir que se ha buscado silenciar a las personas que participaron en este acto sin pedir otras versiones de lo ocurrido. Como todos saben, yo trabajo en la Casa de la Literatura Peruana, y más allá de mi amistad con Paco y mi admiración a Jaime Guardia, nunca validaría ningún tipo de marginación o censura (los que me conocen bien saben que nunca lo he hecho ni lo haría). Lo que pasó fue una descoordinación técnica, y felicito a Paco Mejorada, autor de la novela, que siempre lo entendió como tal y no se sintió ni discriminado ni aludido ni atacado, según lo que he conversado con él, y que además tuvo la gentileza de contarme todo lo referente a estos hechos, cosa que ha servido para tomar cartas en el asunto y por supuesto evitar que en un futuro vuelva a pasar algo así.
En ningún momento hablo de silenciar a ciertas “personas”; en el evento se silenciò a la obra, al propio libro y, por supuesto, a todos los presentes. Lo que tu llamas “descoordinación técnica” es, en toda empresa pública o privada, son directivas del jefe a los subordinados. No sé , no tengo conocimiento de quien sea el área cultural y eventos de la Casa de la Literatura. Y sobre Paco Mejorada, como tú dices, él te llamó para pedirte una explicación porque se sintió obviamente mortificado. Tu respuesta a aquella llamada fue “Voy a averiguar qué es lo que pasó”. Y no hubo ninguna disculpa,hasta el día de hoy, para ninguna de las personas. Sobre este artìculo Paco mismo comentò en el post de mi cuenta de Facebook:
o Paco Mejorada a veces uno cree que el tiempo y el olvido hacen lo suyo y que la luz es tragada por la complicidad del silencio... hasta que llega Maoli y nos enseña que en nuestro pais de ismos, protocolos, y marketing, hace falta rescatar a la verdad... que aun sigue prisionera, y temerosa, danzando desnuda sobre su palco de fuego. Gracias Maoli, por sacarme la mordaza a mi tambien
o 17 de noviembre a las 21:26 •
Sobre estos hechos también hay una serie de comentarios y adhesiones en la cuenta de Facebook de Paco, como el siguiente diàlogo el último domingo.
o Tulio Mora Gago Finalmente ¿qué pasó, querido Paco? ¿Hubo una reparación moral al gran Jaime Guardia?
El Domingo a las 17:35 •
o Paco Mejorada Ni medio comentario... salvo las adhesiones de gente amiga como tu y otras más. Será asi pues. Saludos!
“…los vigilantes de la Casa de la Literatura decidieron apagar las luces, sin importarles para nada el evento que se estaba desarrollando”, yo me pregunto, ¿cómo saben que los vigilantes DECIDIERON -lo cual implica hacer algo con pleno conocimiento de causa- apagar las luces para “acallar o silenciar al libro”?
Apagar la luz es una acción que obviamente responde a una decisión personal de quienes la realizan. Además, se sabe que este tipo de decisiones está respaldada por las directivas recibidas de los superiores.
He escuchado también que dicen que se quiso “silenciar a Jaime Guardia”. No entiendo cómo una descoordinación técnica se transforma en “querer silenciar a alguien aprósito” o por qué se prejuzga que el libro de Paco o la voz de Jaime Guardia o de alguno de los participantes es algo “silenciable”.
En mi artículo no se afirma nada acerca de querer silenciar a Jaime Guardia. Lo que sí afirmo, y lo repito, que el trato que se debe dar a todos los artistas (laureados o no) debe ser el mismo.
Yo hablo de este caso porque lo conozco y no hablo como trabajadora de ese lugar (sino tendría que lanzar un comunicado oficial, lo cual no me parece necesario) sino como poeta y conocedora del medio cultural (creo que en más de 5 años trabajando en centros culturales alguito he aprendido). Muchas cosas pueden criticarse a este y a otros centros culturales, muchísimas en realidad, pero toda crítica debe tener bases y haber sido corroborada.
No sé cómo puedes desdoblarte para dar esta respuesta. Yo no puedo dejar de ser madre, poeta, gestora cultural, bloguera. Y quizás si era necesario un comunicado oficial, para resarcir a las personas perjudicadas en este caso. Sería mezquino no reconocer la importante labor que realizan en la Casa de la Literatura y en otros centros culturales. Pero casos como estos también hay que denunciarlos para mejorar. Desde mi punto de vista, es tiempo de dejar de estar de rodillas ante el estado, ya que el Estado somos todos y esta casa es de todos.
En todo este tiempo trabajando en gestión cultural, como ya he dicho, me sorprende ingratamente ver que en muchos casos la interpretación para algunos hechos sea el juzgar y señalar con el dedo casos de marginación que no existen.
Tù sabes, como gestora cultural, que sí existen casos de marginación y discriminación. Y ya es tiempo que esto cambie, pues sigue ocurriendo en muchas otras casas culturales, que nos pertenecen a todos.
Un escritor que no figura entre los comentaristas de una presentación de un libro porque los organizadores no enviaron su nombre, ¿está siendo discriminado o atacado por su obra o ideología? Un autor que entrega fuera de fecha las referencias a su presentación y no aparece en la información enviada a la prensa, ¿está siendo discriminado o atacado por su obra o ideología? Un escritor que se queja porque hay en otra sala otra actividad diferente, ¿está siendo discriminado o atacado por su obra o ideología? Una persona a la que no le llega su invitación para un acto porque el courrier no encuentra su casa, ¿está siendo discriminada o atacada por su obra o ideología? Un escritor al cual no se le nombra en la leyenda de la foto porque luego de preguntar nadie recuerda o sabe su nombre, ¿está siendo discriminado o atacado por su obra o ideología? Creer que todo es un ataque personal siempre me ha parecido un exceso de egocentrismo (en el que todos caemos alguna vez, así que yo no podría tirar ninguna piedra), pero más grave que eso me parece quedarse solo con un lado de la historia sin ir más allá porque para formarse un criterio siempre se necesita saber los dos o tres o cuatro lados de la historia.
Mi respuesta a todo esto es que deberían evitarse todos esos errores, mejorando las directivas, el organigrama y el desempeño de cada trabajador de las casas culturales. Pero para eso, veo claramente, se necesita tener un gran amor por la cultura y dejar de fijarnos en los títulos personales, cargos políticos y prejuicios de todo tipo. Es tiempo que rompamos las argollas y comencemos a tratar a nuestros artistas como se merecen. El respeto no es sólo para unos cuantos; cuando logremos asimilar eso recién podremos cambiar nuestro sistema educativo y cultural, y haremos una verdadera inclusión de la cultura hacia la sociedad. Y esto lo digo en referencia a algunas casas culturales, en las que el artista es medido por el apellido o la trayectoria.
Por lo demás, mi estimada Alessandra,el mío es un reclamo en nombre todos los artistas y no es nada personal. Si hay cosas que deben mejorarse, que se mejoren. Y mis mejores deseos para ti en la labor que desempeñas.
1 comentario:
Lo cierto es que sigue el lío entre criollos y andinos.
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