Leopoldina Alvarado (pintora), Zulema López (pintora), Cristina Páucar (cantante) y Maoli Mao (poeta). |
Quiero rendir homenaje a todas las mujeres que luchan día a día desde cualquier trinchera: el hogar, la oficina, el campo, un aula de clases, un negocio, un alto cargo público... y sin importar la raza, religión o condición. Ellas se erigen como un bastión en la labor que desempeñan, sin dejarse opacar ni ser absorbidas por la corrupción, la pasividad, el sometimiento o la discriminación de género. Con sus valores de mujeres honradas realizan una importante contribución para una sociedad más equitativa y un país con sistemas de justicia más saludables.
Así, poco a poco nos estamos convirtiendo en una nación en donde las mujeres pueden ejercer plenamente sus derechos, con justicia e igualdad en todos los campos. Y en la que las futuras generaciones de mujeres están llamadas a tener roles protagónicos en los cambios sociales, científicos, políticos, económicos, legislativos. Pero, sobre todo, entendiendo que las mujeres somos baluartes de amor, rectitud, respeto, justicia, dignidad; ya sea como madres, profesionales, artistas, campesinas o luchadoras sociales. ¿Por qué enfatizo a la mujer como madre? Porque desde ese rol podemos levantar una nueva generación de mujeres aguerridas que terminen con los machismos, represiones y sometimientos; revalorando las buenas tradiciones y costumbres.
Por eso mi homenaje a las mujeres que son baluartes en la búsqueda de la justicia, equidad, fortaleza y bondad, y que por amor hacia su prójimo lucharon por lo que hoy es un pequeño avance de lo que mañana podemos seguir logrando. Especialmente se debe rendir homenaje a aquellas mujeres que, con su entereza, lograron los cambios que han permitido que la justicia se ponga de nuestro lado, creando la legislación que ahora nos protege de muchos tipos de abusos. Esperemos que estas mujeres fuertes, corajudas y con hambre de justicia social, no se rindan y continúen con su labor.
Nota final. No rindo homenaje a mujeres que se coluden con la corrupción, a las malas madres que, alegando que trabajan fuera del hogar, abandonan a sus hijos (cuando uno se puede dar tiempo para todo); tampoco a las que permiten que los hombres abusen de otras mujeres, a las que aborrecen a sus padres, a las que son cómplices la corrupción, a las malhechoras, a las que tuercen la justicia con mentiras y perversiones, a las malas congresistas… ellas no tienen día. Para todas las demás: ¡Feliz Día Internacional de la Mujer y que Dios las bendiga!
1 comentario:
Maoli, gracias por ser una mujer admirable y ejemplo de lucha por los derechos. Dios te de la sabiduria y fuerza para hacer tu trabajo cada dia con resultados divinos, la humanidad necesita personas como tu que entienden que vivir es darse a los demas.
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