lunes, 13 de junio de 2011

El verdadero cuy es peruano: ¡PPK go home!


El APRA apoya a PPK y las razones resultan obvias: Toledo es antifujimorista y anti-aprista. Durante toda la campaña electoral Alan se dedicó a hablar mal de Toledo, a rebajarlo ante la opinión pública con sus comentarios tendenciosos. ¿Por qué? Ante tanto faenón de corrupción del APRA, Toledo fue el único, como ciudadano común y ex presidente, que criticó el gobierno de Alan. Algunas de sus críticas son fáciles de recordar:

1 El líder de Perú Posible le recomendó a Alan García que, en lugar de ocuparse de actividades como el homenaje al comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños, ‘Chespirito’, le dedique más tiempo a la descentralización y a realizar las reformas de fondo –en salud, educación y justicia– para que los beneficios del crecimiento económico lleguen a los más necesitados. Si había tiempo para dialogar con ‘Chespirito’, debía haber también para conversar con los presidentes regionales.

2 A Toledo le preocupaba el abandono de la agricultura. “Parecea que el presidente Alan García está construyendo su bunker en Lima. En las provincias, la agricultura está abandonada", dijo tras su reunión con el presidente de la Junta Nacional de Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (JNUDRP), José Málaga. Su propuesta fue desinstitucionalizar a la Junta Nacional de Usuarios de Riego  para darle al sector privado la administración.

3 De este modo, Toledo se sumó a las voces que criticaban los decretos de urgencia 001 y 002, emitidos hace un par de semanas y que aceleran la licitación de diversos proyectos evadiendo los Estudios de Impacto Ambiental, aunque el gobierno negó esto último.



PPK Y EL APRA
¿Cuándo criticó PPK los faenones de Alan? NUNCA. Por eso no sorprende que ahora el APRA le endose todos sus votos. Y resulta significativo que el endose lo anuncie Jorge del Castillo,  quien fue tan cuestionado por sospechas de corrupción, aunque finalmente quedó sin ninguna condena.

PPK es el vendedor más grande del Perú. Seguramente con el gran poder que tienen nuestros presidentes, vendería todas nuestras riquezas naturales. Sabemos que no siempre es malo vender, pero negociar lo tuyo es diferente a vender lo que es de todos. Recordemos los frecuentes escándalos en las compras o ventas estatales.

Yo nunca votaría por un operador mediático del gran capital, un político sinvergüenza, de 72 años de edad, comprador de empresas públicas para los chilenos. Un político que participó en la amañadas privatizaciones durante el gobierno de Fujimori, con quien cambió las reglas de juego para la explotación del gas de Camisea con la finalidad de de favorecer a Hunt Oil (y permitirle la exportación).

Cuando Velasco derrocó a Belaúnde en 1968 este lobista era gerente del Banco Central de Reserva del Perú y permitió que la International Petroleum Company retire ilegalmente más de 100 millones de dólares, a pesar de tener las cuentas embargadas por no pagar lo que le debía al Perú desde 1942. Votar por un norteamericano que abjuró toda lealtad al Perú, revela un alto grado de alienación. Ese voto solamente se comprendería si el elector fuera un rico empresario.

Ah, me olvidaba algo: PPK fue un alto funcionario del FMI y del BM, organismos que se han encargado de subir constantemente el costo de vida al sufrido pueblo peruano. En los hombros de PPK reposaban los reajustes económicos que gobiernos subordinados a los intereses de esas instituciones (como los que siempre hemos tenido), cumplían y cumplen sin pestañear. Todos sabemos también que PPK se opuso a subir los sueldos a los maestros, policías, y enfermeras. Toledo propuso estas medidas económicas y las llegó a imponer en contra de la voluntad del opresor de PPK, subiendo los sueldos como lo había prometido en la campaña electoral de su primer gobierno.




Reflexiones finales

No tengo tiendas políticas, no tengo posturas, ni preferencias personales. Mi compromiso, como el de ustedes, es con la democracia, ahora amenazada desde dos flancos. Por un lado, con la vergonzosa postulación de Keiko Fujimori, heredera de uno de los gobiernos más corruptos de los últimos tiempos, como todos sabemos. Por otro lado, con la postulación de Ollanta Humala, claro populista, demagogo, asistencialista y estatista.

En el reciente debate entre los principales candidatos a la presidencia, no solo vimos a un Humala que leyó cada palabra que pronunció, sino que nunca respondió a ninguna de las preguntas que se le formularon, por cierto incomodas para él. Sería largo y tedioso escribir sobre el pensamiento humalista y etnocacerista, un pensamiento retrógado, discriminatorio y racista. Claro está que Humala nunca pudo decir ni dirá que el gobierno de Hugo Chávez es una dictadura: nadie muerde la mano del que le da de comer. Ante estas dos graves amenazas a la democracia, el fujimorismo y el humalismo, es que debemos tomar conciencia.

Y les remito a mi carta sobre por quévotar por Toledo. Leer este enlace.

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