Misión cumplida: con los niños de El Trébol (Pamplona)
El 4 de abril será un día para recordar. En mi memoria guardo muchas alegrías y satisfacciones generadas por eventos anteriores, satisfacciones internas, pero nada es comparable a la sonrisa de los niños de El Trébol, durante su visita al Teatro Mario Vargas Llosa (Biblioteca nacional) para ver la obra “Max y los Maximonstruos”.
Por fin pude ver a un país sensible, solidario, con aquellos desposeídos por la desigualdad, y aportando mi granito de arena. Desposeídos ¿por qué? Por la mala administración de nuestros gobiernos, por el centralismo (siempre se promete la descentralización, pero nunca se cumple), los malos gobiernos que se venden al mejor postor (extranjero) sin miramientos de nuestras falencias internas y sin generar un cambio real.
El desinterés por lo nuestro crea leyes ambiguas que no satisfacen a nuestros pueblos, sobre todo aquellos rezagados por la desidia, en la sierra y la selva. Por eso nuestros hermanos migran a Lima, buscando un mejor futuro, encontrándose con la realidad de asfalto, y cada día se crea un asentamientos humano nuevo. Como dice uno de mis poemas: “… cerrito te visto de gala / quizá pueda vestirte pero nacerá uno nuevo y otro…”. Realidades que no queremos ver, ni el grito ya es grito y los medios de prensa siempre creando circos para distraer a la población de los reales problemas que aquejan a nuestro querido país.
Siempre guardaré en los archivos de mi memoria las sonrisas de estos niños.
Gracias a todos los que me apoyaron ese día:
Asociación Cultural Descubrir
Joseph De Utia (artista plástico)
Richard Morrison (periodista y locutor)
Julio César Benavides Parra (poeta)
Martín Bernales. Presidente del Rotary Club de San Borja. Un agradecimiento especial por las loncheras de los niños
Magdalena Vásquez Vargas
Carolina Vásquez Vargas
A quienes colaboraron con el pago de los buses (que no desean ser mencionados).
Al Ministerio de Educación de la juventud por la couster, al sr. Chofer Rogelio Torres
Sobre todo gracias, Pamplona, El Trébol.
“Un pueblo sin visión perece” es necesario tener, metas e ideales, en hechos prácticos para alcanzar siquiera la mitad de lo sueños.
El 4 de abril será un día para recordar. En mi memoria guardo muchas alegrías y satisfacciones generadas por eventos anteriores, satisfacciones internas, pero nada es comparable a la sonrisa de los niños de El Trébol, durante su visita al Teatro Mario Vargas Llosa (Biblioteca nacional) para ver la obra “Max y los Maximonstruos”.
Por fin pude ver a un país sensible, solidario, con aquellos desposeídos por la desigualdad, y aportando mi granito de arena. Desposeídos ¿por qué? Por la mala administración de nuestros gobiernos, por el centralismo (siempre se promete la descentralización, pero nunca se cumple), los malos gobiernos que se venden al mejor postor (extranjero) sin miramientos de nuestras falencias internas y sin generar un cambio real.
El desinterés por lo nuestro crea leyes ambiguas que no satisfacen a nuestros pueblos, sobre todo aquellos rezagados por la desidia, en la sierra y la selva. Por eso nuestros hermanos migran a Lima, buscando un mejor futuro, encontrándose con la realidad de asfalto, y cada día se crea un asentamientos humano nuevo. Como dice uno de mis poemas: “… cerrito te visto de gala / quizá pueda vestirte pero nacerá uno nuevo y otro…”. Realidades que no queremos ver, ni el grito ya es grito y los medios de prensa siempre creando circos para distraer a la población de los reales problemas que aquejan a nuestro querido país.
Siempre guardaré en los archivos de mi memoria las sonrisas de estos niños.
Gracias a todos los que me apoyaron ese día:
Asociación Cultural Descubrir
Joseph De Utia (artista plástico)
Richard Morrison (periodista y locutor)
Julio César Benavides Parra (poeta)
Martín Bernales. Presidente del Rotary Club de San Borja. Un agradecimiento especial por las loncheras de los niños
Magdalena Vásquez Vargas
Carolina Vásquez Vargas
A quienes colaboraron con el pago de los buses (que no desean ser mencionados).
Al Ministerio de Educación de la juventud por la couster, al sr. Chofer Rogelio Torres
Sobre todo gracias, Pamplona, El Trébol.
“Un pueblo sin visión perece” es necesario tener, metas e ideales, en hechos prácticos para alcanzar siquiera la mitad de lo sueños.
Estaremos retornando a Pamplona en una semana, para premiar a los mejores dibujos, poemas, acrósticos, frases, con los que los niños expresarán su impresiones de la obra teatral.
Les dejo un video y una secuencia de fotos que resumen brevemente toda esta maravillosa experiencia.
Les dejo un video y una secuencia de fotos que resumen brevemente toda esta maravillosa experiencia.
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